Venta de piso en Calle Catedrático Ángel Casado, 20, Alicante / Alacant

¡Haz tu oferta! ¡Haz tu oferta! LEE CON ATENCIÓN. Antes de abordar el tema, es fundamental entender qué se considera exactamente una vivienda ocupada. Según definiciones ampliamente aceptadas, la okupación se refiere a un movimiento que aboga por la ocupación de inmuebles deshabitados. Los okuparas son aquellas personas que ocupan un hogar o local sin el consentimiento del propietario. Por tanto, una vivienda ocupada es aquella en la que residen individuos que no cuentan con el permiso del dueño, ya sea una persona física o jurídica, lo que implica que su presencia es ilegal.

¿A quién pertenecen estos inmuebles con okupas? Muchos de ellos han pasado a manos de entidades bancarias, que se han quedado con esos bienes tras la incapacidad de los propietarios para saldar sus hipotecas. En estas circunstancias, se consideran okupados, dado que muchos de estos inquilinos han sido desahuciados pero nunca abandonaron sus residencias. Algunos propietarios deciden poner sus viviendas a la venta para evitar un largo y complicado proceso legal. A menudo, quienes han sufrido la okupación prefieren vender sus propiedades antes que lidiar con una situación que podría prolongarse durante años, aunque sus viviendas se ofrezcan a precios por debajo del mercado.

Pros y contras de adquirir una vivienda ocupada. Ya hemos mencionado que una de las principales ventajas de comprar una vivienda okupada es el precio. Tanto los inmuebles bancarios como los de propietarios que han sufrido okupaciones se venden generalmente a un costo inferior al de mercado. Los primeros lo hacen por necesidad de liquidez, mientras que los segundos lo prefieren para evitar los inconvenientes de mantener una propiedad en tales condiciones. Sin embargo, una gran desventaja de este tipo de compra es que el nuevo propietario no podrá acceder a la vivienda, ni habitarla ni alquilarla, hasta que se resuelva el desalojo, un proceso que puede prolongarse considerablemente y requerir acciones legales complicadas, posiblemente incluyendo la presentación de una demanda de desalojo.

Además, la vivienda podría haber sufrido daños que no han sido reparados, lo que obligará al nuevo propietario a invertir en arreglos una vez que logre acceder a ella. Relacionado con esto, también existe la problemática de la tasación de la vivienda, ya que no se podrá realizar una valoración adecuada con personas ocupando el espacio. Es posible recurrir a herramientas de tasación online, pero el estado del inmueble seguirá siendo incierto. Sin embargo, es importante señalar que algunos contratos de compraventa de este tipo de propiedades incluyen cláusulas que cubren posibles desperfectos.

Si estás considerando la compra de una vivienda ocupada, es altamente recomendable asesorarte legalmente para evitar sorpresas desagradables. Un equipo de abogados puede ofrecerte información clara y precisa sobre las ventajas y desventajas de este tipo de transacciones. ¡Contáctanos para más información!