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A pocos metros de la playa La Almadraba, en un encantador rincón de la costa, surge un proyecto revolucionario que retadora lo convencional. Su propósito es convertir lo imposible en realidad: crear un residencial que aspira a ser una comunidad sostenible, saludable y respetuosa con el entorno. Siempre poniendo énfasis en el respeto a la naturaleza, este desarrollo se ha diseñado con estrategias sostenibles innovadoras. Mediante sistemas de recolección, canalización y reutilización de agua de lluvia, se dará vida a un exuberante ecosistema; jardines refrescantes, plantados con especies autóctonas, requerirán un mantenimiento mínimo; amplias superficies de paneles fotovoltaicos generarán energía para el autoconsumo y se habilitarán múltiples puntos de carga para vehículos eléctricos. La verdadera esencia del lujo radica en tener todo lo necesario, mientras se respeta el ecosistema circundante.

El proyecto cuenta con una primera fase de 51 viviendas, la mayoría de ellas apartamentos de 1, 2 y 3 dormitorios. Cada vivienda ha sido concebida como un volumen compacto, en respuesta a la constante búsqueda de eficiencia por parte de arquitectos y diseñadores. Estas decisiones estratégicas aseguran que los hogares mantengan una temperatura óptima durante todo el año. Sin embargo, la característica más destacada de las viviendas son sus amplias terrazas, diseñadas para disfrutar de la vida al aire libre. La integración del salón con estas generosas terrazas convierte cada hogar en un espacio habitable donde el interior se fusiona armoniosamente con el exterior.

Las áreas comunes están impregnadas de un profundo espíritu natural. Al recorrer sus diversos espacios, los residentes encontrarán lugares ideales para pasear, practicar deportes y, especialmente, para disfrutar de paseos en bicicleta. Se pueden organizar encuentros con pareja, familia o amigos en los clubes sociales, disfrutar de plazas al aire libre protegidas del sol y desconectar en frescos rincones donde crece la vegetación y circula el aire. Además, se dispondrá de amplias y múltiples piscinas, jardines sensoriales, áreas de yoga, huertos para autoconsumo, talleres de ciclismo y zonas para el aseo de mascotas, creando un hogar de ensueño en un entorno privilegiado.

La zona comunitaria te permitirá vivir la playa de la Almadraba en su máxima expresión. Todos los residentes tendrán acceso a este espacio exclusivo en primera línea de playa, donde podrán organizar eventos, aparcar sus bicicletas, guardar material náutico y disfrutar de una ducha o un baño en la piscina después de un día en el mar. Este lugar se presenta como una verdadera puerta a la felicidad y a experiencias inolvidables.